lunes, 16 de abril de 2018


Años de monótona aridez visual, uniformidad y la ausencia de color y gris en los espacios de trabajo, evidenciaron nuevas necesidades para los entornos construidos. Seguramente por esto y otros muchos factores, como la necesidad de fomentar el bienestar de los profesionales, gana fuerza una tendencia que está transformando los lugares de trabajo: el diseño biofílico.

Pero… ¿Qué es? El diseño biofílico permite a las empresas volver a los conceptos primarios de la emoción, el estimulo visual y confort, y se basa en la estrecha relación de los interiores con los elementos de la naturaleza o con las imágenes y experiencias que activan el recuerdo de elementos naturales. Acuñado por Edward O. Wilson en 1984, el diseño biofilico, describe la relación innata entre los humanos y la naturaleza.



Las investigaciones de psicología ambiental demuestran que el estar conectados a la naturaleza es una función adaptativa humana que permite y ayuda a la restauración psicológica.

El diseño biofílico en los espacios de trabajo pretende, por tanto, crear una alternativa de valor para los profesionales, ofreciéndoles un espacio en armonía con la naturaleza que fomenta su bienestar en la oficina.

En “La conquista de la felicidad” (1930) Bertrand Russel ya habla de que una de las fuentes de felicidad suprema es la cercanía a la naturaleza. Por ello, en un contexto de desarrollo industrial y urbano imparable se alababan los paseos por el campo como vía de encontrar lo más profundo del humanismo. Hoy en día, los rápidos procesos de urbanización y de masificación de las ciudades que estamos viviendo, hace difícil mantener una relación directa con los espacios naturales.




La alternativa del diseño biofílico se esboza como una opción válida para crear nuevos espacios de bienestar dentro de las congestionadas zonas urbanas.

El pasado 23 de noviembre se celebró una mesa de debate organizada por GBS Network y patrocinada por CBRE en el Jardín Botánico de Madrid. Un panel multidisciplinar de psicólogos, diseñadores, agrónomos urbanistas entre otros, puso de manifiesto aspectos diversos sobre el concepto del diseño biofilíco y su experiencia desde diversos enfoques. Esta tendencia presente en la concepción de todo tipo de entornos construidos, desde hospitales hasta edificios de oficinas ofrece una experiencia diferente a los usuarios muchos de los cuales no saben explicar por qué. Estos son algunos de los principales aspectos que se trataron en la jornada:


1. No solo plantas. A menudo se confunde el diseño biofílico con poner plantas en los interiores. Las plantas son un protagonista importante, pero también lo son los materiales naturales, las texturas y patrones, los colores entre otros, las vistas hacia el exterior y el disfrute de la luz natural. Se trata de traer elementos que recuerden el mundo natural al interior también traer el exterior hacia el interior a partir ventanas y perforaciones en las fachadas y otras soluciones que hagan perceptible la variabilidad y riqueza del interior en el exterior.




2. La unidad. Estudiamos de manera separada a la persona, a la estructura arquitectónica, al paisajismo y a las instalaciones. La experiencia del usuario en un entorno construido se produce en una unidad de tiempo y espacio. La persona que entra en una habitación con sus propias características personales como género, talla, cultura, estado de salud e interpreta la temperatura, la iluminación las vistas el color y materiales del espacio de manera simultánea. Se articula una experiencia a partir de todos los sentidos que se integran en ese concepto que hemos llamado bienestar. La unidad está presente en los sistemas naturales donde todos los elementos interactúan entre sí y son interdependientes.


3. Foco en las personas. Sabemos que la calidad del espacio interior en los espacios de trabajo y oficinas impacta en la productividad, creatividad y colaboración de los empleados. Sin embargo, todavía tenemos que convencer a las compañías de que existe un retorno cuantificable si se invierte en una mejor dotación y diseño del espacio para facilitar la toma de decisiones para las empresas. Vale las pena realizar y difundir las investigaciones relacionadas con la respuesta individual a los estímulos exteriores: mayor capacidad de concentración, creatividad y por lo tanto productividad que muestra que la inversión en el activo más importante de la empresa: las personas. Las empresas pueden mostrar su compromiso a través de la certifiación WELL, que valoran aspectos como el diseño biofilico en su apartado de “Mente”.


El diseño biofílico aporta una experiencia diferente en todos los tipos de espacios, sin embargo, es en oficinas donde está aportando un valor diferencial.

Para empresas con ambición de ser líderes en su mercado y competir por los empleados más valiosos, la biofilia puede ser un factor claro de diferenciación.



Fuente: CBRE España


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